En los Estados Unidos existen muchas formas de impuestos que los contribuyentes deben pagar, como el impuesto a la renta, impuesto sobre el valor añadido (IVA) y el impuesto sobre las ventas. Además, cada estado tiene su propia ley de impuestos para aplicar. El sistema federal de impuestos se basa en la ley federal de Impuestos sobre la Renta (IRS), que es la guía para el régimen fiscal federal. Los contribuyentes son responsables de presentar una declaración de impuestos y pagar todos los impuestos debidos.
Los contribuyentes también deben pagar otros tipos de impuestos, como los gravámenes sobre el combustible, la herencia y los bienes inmuebles. Los contribuyentes tienen derecho a variadas exenciones e incluso créditos fiscales. Los contribuyentes pueden obtener ayuda para entender sus obligaciones fiscales en el sitio web del IRS y contactar al Departamento de Impuestos Estatal con preguntas específicas o solicitudes relacionadas con la preparación de declaraciones.
Impuesto de Renta Federal
Los contribuyentes estadounidenses deben presentar la Declaración de Impuesto de Renta Federal para calcular el impuesto federal sobre la renta que deben pagar. El IRS recolecta los impuestos federales para financiar el gobierno federal. El monto del impuesto varía dependiendo de los ingresos y los ahorros. Los contribuyentes tienen derecho a algunos descuentos, como el crédito por ingreso del trabajo, para reducir su responsabilidad de impuestos.
Impuestos Estatales
Impuestos Estatales: Los impuestos estatales son los impuestos cobrados por las autoridades estatales. Estos impuestos pueden incluir impuestos a la propiedad, al ingreso, al consumo, a los combustibles y a la venta. Estos impuestos son recaudados para financiar proyectos, infraestructura y servicios para beneficio de la comunidad.
Beneficios de los Impuestos Estatales: Los impuestos estatales pueden ser beneficiosos para la gente y para el gobierno local. Los ingresos generados por estos impuestos se utilizan para financiar proyectos como escuelas, carreteras, hospitales y programas de ayuda social. Además, los impuestos estatales ayudan a mantener una economía saludable.
Impuesto de Bienes y Servicios
Impuesto de Bienes y Servicios (IVA): El Impuesto al Valor Agregado (IVA) es un impuesto que grava la venta de bienes y servicios. Se aplica en todos los países de la Unión Europea y se cobra tanto a compradores como vendedores. El IVA en España se cobra al 21%, pero puede variar según la cantidad y el tipo de productos vendidos.
Impuesto sobre el Patrimonio: El impuesto sobre el patrimonio es un impuesto anual que se aplica a la renta neta de los bienes personales. Se aplica en España cada año desde el 1 de enero hasta el 31 de diciembre. La tasa varía en función del patrimonio neto del contribuyente.
Impuesto sobre las Sociedades: El Impuesto sobre las Sociedades es un impuesto directo que grava la rentabilidad obtenida por las empresas, por lo que repercute sobre los ingresos obtenidos durante el ejercicio fiscal. Este impuesto se aplica en España con un tipo general del 25% para todas las entidades, sin importar su tamaño o actividad.
Impuesto Sobre la Propiedad Inmobiliaria
El Impuesto Sobre la Propiedad Inmobiliaria es un impuesto que se debe pagar anualmente por la propiedad inmobiliaria, como casas, edificios y tierras. Es el impuesto más importante para el municipio o ciudad donde reside el propietario de la propiedad porque recauda el dinero para los programas y servicios municipales. El importe del impuesto se basa en el valor de la propiedad y varía de un estado a otro.
Impuesto Sobre el Valor Agregado (IVA)
Impuesto Sobre el Valor Agregado (IVA): El IVA es un impuesto que se aplica a bienes y servicios. Se aplica a la mayoría de los bienes y servicios producidos en el país, así como a las importaciones. El Impuesto sobre el Valor Agregado generalmente se trata de un impuesto indirecto, por lo que no se incluye directamente en el precio del producto. Está diseñado para buscar una base de recaudación más amplia, para ayudar al gobierno a recaudar la cantidad necesaria para financiar los proyectos públicos.
Los contribuyentes pueden ser empresas o particulares que compren bienes o servicios. El IVA se calcula multiplicando el precio de los bienes o servicios por la tasa vigente. El comprador entonces paga el importe del impuesto al vendedor, quien a su vez tiene la obligación de reembolsarlo al gobierno correspondiente. La tasa del IVA varía según el país, sin embargo, generalmente se encuentra en un rango del 10% al 25%.